A lo largo de estos años he podido ir descubriendo que hay incontables maneras de implicarse en prisiones. El apoyo legal y la asistencia jurídica juegan un papel imprescindible en la vida de las personas que cumplen condena en prisión, pero ello no significa que no haya otras muchas maneras de acercarse a la realidad de nuestras cárceles. 

 

Aunque a día de hoy me encuentre desempeñando labores de investigación en el Departamento de Derecho Penal y Criminología de la UNED, creo que sería profundamente egoísta no poner a disposición de quien lo pueda necesitar los recursos en los que he trabajado cuando me he dedicado a la abogacía penitenciaria (NOTA MENTAL: esto significa que... ¡ahora mismo no la ejerzo!).

 

Cuando se trata de derecho penitenciario, el desconocimiento es general. Las personas que nos especializamos en la fase de ejecución penitenciaria somos verdaderamente una excepción. Partiendo de esa premisa, pues, mi propósito no es otro que el de poner a disposición de familiares, colectivos de apoyo y profesionales del derecho un elenco de recursos que espero puedan servir a facilitarle a los reclusos el cumplimiento de su pena de prisión.