

¡Que no! ¡Que no soy (ni quiero ser) ninguna profesional!
Hace unos días alguien apeló a mi profesionalidad para decirme “n’importe quoi” –no me gusta emplear expresiones en otros idiomas porque creo que queda de un pedante insoportable, pero es que hay fórmulas irreemplazables que no existen en castellano y que simplemente no se pueden traducir…–. El caso es que aún no he decidido del todo si eso de la profesionalidad me resulta gracioso o penoso. La verdad es que no lo tengo claro y, si digo que aún no lo he decidido del todo, es